El pasado 31 de octubre vivimos una jornada muy especial: la conmemoración del I Centenario de la colocación de la primera piedra de nuestro hospital. Un siglo después de aquel gesto fundacional, seguimos fieles a la misma misión que nos vio nacer: cuidar con hospitalidad, humanidad y excelencia.
Celebramos esta efeméride con un acto emotivo y cercano, que reunió a más de un centenar de invitados, entre ellos autoridades autonómicas, representantes del sector sanitario, universidades, aseguradoras y otros colaboradores que forman parte de nuestra historia.
El acto estuvo presidido por la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Davila-Ponce de León; la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Laura Gutiérrez; el delegado del Área de Gobierno de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, José Fernández Sánchez; y el Cardenal Arzobispo Emérito de Madrid, Carlos Osoro.

Durante la primera parte de la jornada, las autoridades realizaron un recorrido por una exposición fotográfica que hemos diseñado para narrar, de forma visual y sensible, los hitos que han marcado estos cien años de hospitalidad. Después, visitaron nuestra capilla, la Unidad de Daño Cerebral y la Unidad de Neurorrehabilitación Infantojuvenil, donde pudieron conocer de cerca la dedicación, la profesionalidad y el cariño con el que cuidamos cada día.

Este evento fue un homenaje a todas las personas que, a lo largo de este siglo, han hecho posible este proyecto. Durante la ceremonia se recordó un mensaje que resume nuestro propósito: “Más allá de los avances y los cambios, nuestra razón de ser siempre ha sido la misma: situar al paciente en el centro y cuidarlo con humanidad y excelencia.”
Uno de los momentos más simbólicos fue la ceremonia de la cápsula del tiempo, que guarda recuerdos, testimonios y objetos representativos de nuestra historia como legado para las generaciones futuras. Un gesto cargado de significado, que une nuestro pasado con el futuro y reafirma nuestro compromiso de seguir cuidando con el corazón.

Este centenario lo hemos celebrado por y para las Hermanas Hospitalarias, porque gracias a ellas —a su espíritu de servicio, entrega y fe— hoy seguimos siendo lo que siempre fuimos: un lugar de esperanza, ciencia y hospitalidad al servicio de las personas.
Queremos dar las gracias a todas las personas que nos acompañaron en este día tan especial, así como a Sor Fuencisla Martín, Alberto Martín, los miembros del Patronato y a todos los compañeros de Fundación Hospitalarias que hicieron posible este encuentro tan bonito y lleno de emoción.
Fue una jornada que nos recordó que la Hospitalidad no es solo una forma de cuidar, sino una forma de vivir. Y así, con la mirada puesta en el futuro, seguimos escribiendo juntos esta historia centenaria de amor, entrega y vocación de servicio.


